Los lienzos de Raquel tienen vida propia. Están poblados por células en movimiento e interacción constante. Las mismas se entrelazan y se confrontan unas con otras, crecen y se dividen, liberan energía que se transforma en historias que se perpetúan en el tiempo; creando nuevos linajes celulares que enriquecen y recrean a los anteriores. Sus motivaciones son el embarazo, la maternidad el cuerpo, el traspaso de la información genética, la herencia cultural, los sueños y el fluir de la vida. Mensajes profundos transmitidos con trazos llenos de vida y color.