La geometría, la seda, y la tecnología juegan un papel determinante en el desarrollo del trabajo de Pierre Louis Geldenhuys. Pliegues, series de figuras poligonales que se repiten de manera infinita y volumes emergen a través de la técnica de la teselación. Espacios vacios y sombras junto con la fuerza del color surgen y se acentuan a través de la incorporación de la luz como elemento de contraste. El efecto creado es muy sugerente y somete al espectador a un interesante ejercicio de doble interpretación visual: sin luz se aprecia los diferentes planos y la tridimensionalidad mientras que con luz adquiere un efecto radiográfico. El resultado es un universo donde la lógica y la belleza se unen a la ciencia, creando así una azarosa combinación de factores que se enzarzan en un diálogo interdisciplinar.