Oscar, busca en la pintura el reencuentro consigo mismo, valora por encima de todas las cosas el proceso creativo improvisado, que el cuadro se haga a sí mismo y que el artista se sorprenda, que haya espontaneidad y misterio, y que al mismo tiempo conecte con algo íntimo: la infancia, algún miedo, anhelos, con cierto tipo de vergüenza. Esta actitud le ha llevado por diferentes derroteros a lo largo de su trayectoria probando distintas fórmulas y géneros como puede ser el bodegón, la representación de objetos personales, el dibujo y la pintura del cuerpo humano, la simbología y lo narrativo, etc.
Su pintura es figurativa, su estilo podríamos decir que expresionista, trabaja en el desarrollo de una técnica ágil con la que se encuentre libre de componer usando multitud de recursos: símbolos, gestos, por momentos la abstracción o incluso el realismo, una especie de puzzle o collage en el que todo encaja y en el que las distintas piezas dialogan entre sí.
La temática en la que actualmente está centrado gira en torno al cuerpo humano y las distintas formas de expresar significados invocándolo: la desnudez, la vergüenza, la vulnerabilidad, el deseo, la soledad.