Mi obra se convierte en un medio para expresar mis emociones. La influencia de culturas y raíces diferentes se manifiesta en mis trabajos, modernos con un toque a veces clásico. Entre sus elementos más importantes el ritmo y el dinamismo que produce en nuestra visión el “enfrentamiento de colores”, a veces análogos y otras más sueltos y explosivos que generan experiencias emocionales, momentos que elevan a cada espectador a un nivel superior de emoción.
Las diferentes técnicas y la variedad de las tonalidades hacen que cada obra manifieste un sentimiento propio y único. Cada pincelada o espatula es una nueva posibilidad de dar vida al cuadro sin dejar insensible al espectador, dándole la posibilidad de tener una visión propia del contenido de mis pinturas. Sin tener una explicación objetiva, a partir de su contemplación será el observador quien le otorgue su sentido.
Los campos de color son el vehículo que empleo para que el espectador descubra sus propias emociones. De esta forma la obra de arte adquiere entonces un sentido de búsqueda del propio yo, de invitar a la reflexión y a la introspección.