“Pinto contra el enfado de quien pretende censurar la falta de maquillajes, de quien aún se escandaliza ante la desnudez, y más si los cuerpos son cotidianos, naturales, y ajenos a los cánones de una supuesta perfección estética.
Mi trabajo vive del impacto, de ser tajante, de la “no neutralidad”, de hurgar en aquello que nuestra sociedad cada vez más conservadora detesta: verse sin maquillaje, verse desnuda.”