El escultor Pedro Formariz, crea un mundo original y cambiante de objetos y significados, de formas y de superficies. Son obras abstractas, de naturaleza geométrica, piezas “movibles”, piezas de acción. En ellas encontramos una multiplicidad formal y una rica diversidad poética. Algunas son formas aéreas, expansivas.
Su material fundamental es el acero corten, elemento definitivo, elemento musical sonoro. Hay en su obra, un homenaje al metal en si mismo, en un acto de oxidación ayudado, empujado por el buen hacer del artista.
Formariz logra crear una caligrafía metálica con cortes, trazos, curvas, que se desprende de una base de sostén siempre articulada
Sus obras nos llevan a un diálogo reflexivo. Son espacios cerrados y abiertos, con un fluir horizontal, en un controlado movimiento de elementos conjugados.