OLYA KOVALYOVA
Vengo de Kiev, capital de Ucrania. Siempre me he interesado por el arte pero no comencé a pintar hasta emigrar a España. Cuando llegué a Madrid, me sentí embelesada por esta ciudad y su cultura, tan distinta a la mía, y a la vez muy vulnerable y desprotegida por estar tan lejos de mi país. En esas circunstancias, la pintura se convirtió en el canal a través del cual poder expresarme. En mi trayectoria he tenido la suerte de estudiar en diferentes escuelas y de poder desarrollar mi trabajo artístico en distintos estudios. Tanto la pintura como rodearme de gente con inquietudes artísticas me han ayudado a encontrar mi equilibrio.
Después de mi viaje a la India, donde empecé a practicar yoga y meditación, ha habido un cambio en mis cuadros. Descubrí que hay ideas que no son narrativas y no pueden ser contadas en términos realistas sino con imágenes simples, pero a la vez lejanas de la vida diaria. Es un juego de vibraciones de colores y música, de sensaciones. Este es el mundo que quiero compartir con el espectador.
Es un honor para mí que mi exposición tenga lugar en Madrid, ciudad donde he comenzado y sigo evolucionando como pintora.