En este trabajo que lo he titulado “la verdad tóxica”, además de los aspectos estéticos hay una extensa investigación de materiales nocivos con los que convivimos. Lo tóxico nos rodea, nos envuelve y contamina generando una ilusión. La mentira.
Podemos elegir entrar de lleno sin plantearnos preguntas o vivir ajenos a eso que nos salpica. Si no lo vemos puede que no nos dañe. Pero perderemos la esencia por el camino. La verdad.
Mi opinión fue manipular los materiales fusionándolos con la intención de provocar los limites, traspasándolos y dejando que formen parte de nosotros, reciclándolos y convirtiéndolos en arte.