Héctor Delgado
“Esculturas esculpidas a golpes de inteligencia, no exentas de sentimientos: cabezas, troncos, brazos y cuerpos enteros retorcidos sobre sí mismos y que derivan de un dibujo románico, quizás un poco más libre que el trasunto escultórico; con composiciones abiertas y sugerentes.
Esculturas basadas en la figura humana, muy abiertas, expresivas en sus figuraciones, aparecen con un sentido morfológico como si de sus raíces neolíticas señalasen los impulsos subsiguientes que llegan al ahora mismo.”