Aida Piñango
Me encantan las formas y su descomposición, sus sombras, sus luces, su movimiento, las figuras que van emergiendo, escondidas en esa descomposición obligada a través de la combinación casual y a veces no tan casual cuya intención es mover algo en el espectador. Amo el color en toda su extensión desde el blanco absoluto hasta la total oscuridad, aunque siempre prefiero que la luz ilumine el cromatismo vivo que hay entre los dos extremos.